Qué es una tarjeta B

El pago de viajes, restaurantes y otra clase de consumos entran en los gastos de las tarjetas B, tan controvertidas en estos momentos, tras conocerse que numerosos directivos han abusado de este medio de pago. Como se explica en las siguientes líneas, estas tarjetas se conceden al cuerpo directivo y personal altamente cualificado de las grandes empresas, con el fin de que disponga de una línea de liquidez para gastos de representación vinculados a acciones que realice en beneficio de la compañía, y cuentan con un límite muy amplio, que puede rebasar los 100.000 euros.

Uso poco ético de las tarjetas B

La tarjetas B son concedidas por las propias empresas a su personal directivo o más cualificado para que pueda disponer de dinero para gastos de representación, pero, como ha sucedido con algunos directivos de la cúpula de Caja Madrid, a veces se utilizan para fines no vinculados con la actividad de la entidad.

Se puede hacer uso del crédito de estas tarjetas para pagar los gastos que genere el desempeño de un cargo

Se puede hacer uso del crédito generado en la tarjeta para pagar actividades que tengan que ver con su trabajo o función en la compañía u organismo público. Así, los gastos de desplazamiento, la reserva en alojamientos hoteleros, la factura de las comidas y, en definitiva, todos los desembolsos que genere el desempeño de su cargo son admitidos como parte de su representación.

Pero uno de los problemas es que los cargos titulares de estas tarjetas no tienen limitaciones. Y, de este modo, se han usado incluso para hacer la compra doméstica, adquirir artículos de lujo (joyas, ropa, obras de arte...) o viajar a destinos exóticos. Además, estas tarjetas permiten retirar efectivo en los cajeros automáticos sin ninguna clase de justificación. Todo ello puede ser el indicio real de estar ante -como mínimo- una actuación poco ética y reprobable por parte de sus usuarios. Tampoco la empresa ha creado ningún mecanismo para el control de los gastos de las personas que recibieron una tarjeta de estas características.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, es muy complicado probar el empleo irregular de las tarjetas y, menos aún, una posible infracción o delito fiscal. El motivo principal es la dificultad para preparar una relación detallada de los gastos o disposiciones de efectivo durante los últimos años (antes de que prescriban los posibles delitos en que pudiesen incurrir sus titulares) y separar qué han sido gastos de empresa y cuáles han sido para uso particular.
¿Pago en negro?

Otro aspecto controvertido en la utilización de las tarjetas B es que puede constituirse como un pago en dinero negro, si no es declarado de manera correcta, cometiendo la consiguiente infracción fiscal. Y es que estas cantidades deben figurar como retribución en especie para que todo el proceso se desarrolle conforme a la legalidad vigente.

Tarjetas de empresa

No conviene confundir estos diseños en B con las tarjetas de empresa, "plásticos" que tienen asignado un límite de crédito mensual, del que se resta el importe de cada operación que se efectúa con la tarjeta. Por lo general, las operaciones realizadas se liquidan cada mes contra el depósito de ahorro de la compañía. Normalmente se emplean para sufragar los gastos que tienen que ver con la propia empresa (comidas, viajes, transportes, alojamientos, etc.) y de las que pueden ser titulares los directivos o empleados que considere oportuno la dirección, desde los más cualificados hasta los escalafones intermedios.

Esta estrategia es utilizada con cierta frecuencia desde el sector privado para concentrar todos los gastos de representación en un solo instrumento de pago.

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MasterCard gana un 20,2% más en 2013

   La compañía estadounidense de tarjetas de crédito y servicios de pago MasterCard obtuvo en 2013 un beneficio neto atribuido de 3.116 millones de dólares (2.305 millones de euros), un 20,2% más que los 2.759 millones de dólares (2.041 millones de euros) que ganó en 2012, según informó la compañía en un comunicado.

   La cifra de negocio de MasterCard en el conjunto de 2013 ascendió a 8.346 millones de dólares (6.174 millones de euros), lo que supone un 12,9% más que los 7.391 millones de dólares (5.467 millones de euros) que ingresó el año anterior.

   En el cuarto trimestre de 2013, MasterCard obtuvo un beneficio atribuido de 623 millones de dólares (461 millones de euros), un 3% más que en el mismo periodo de 2012, mientras que la facturación aumentó un 12,2%, hasta los 2.126 millones de dólares (1.573 millones de euros).

   Por su parte, el volumen de compras durante el trimestre aumentó un 12% respecto a hace un año, hasta 805.000 millones de dólares (595.439 millones de euros), mientras que hasta el 31 de diciembre se habían emitido 2.000 millones de tarjetas bajo la marca MasterCard y Maestro.

   El presidente y consejero delegado de MasterCard, Ajay Banga, se mostró encantado con el comportamiento del cuarto trimestre y afirmó que los resultados de 2013 reflejan la fortaleza general del negocio global.

Detenidas nueve personas por clonar tarjetas de crédito

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización internacional dedicada a la clonación de tarjetas de crédito en una operación en la que han sido detenidas nueve personas --en Zaragoza y Madrid-- y se ha desmantelado un laboratorio de falsificación y un taller donde fabricaban accesorios para el 'skimming'.

   El fraude detectado ronda un millón de euros, si bien podría ampliarse una vez se analicen las inversiones realizadas en Rumania y España, dado que el beneficio obtenido con su actividad delictiva era invertido en  la compra de viviendas, vehículos, embarcaciones y empresas. Hasta el momento se les ha intervenido dos vehículos, dos motos y una embarcación.

   Además se han intervenido cuatro bocachas de cajeros automáticos, 500 tarjetas falsificadas, un arpón para retener y capturar el dinero en los cajeros, 103.00 euros, además de diverso material informático. La organización estaba asentada en Madrid y Zaragoza, con distribución internacional en Reino Unido, Rumania, Francia, Italia y Corea del Sur.

   Uno de los domicilios registrados era utilizado por la banda como laboratorio de skimming, en el contaban con varios ordenadores, lectores y una impresora, otro de los pisos lo utilizaban como taller de fabricación de los aparatos necesarios para llevar a cabo esta actividad delictiva.

   Los principales integrantes de esta organización --ocho personas de nacionalidad rumana y una de nacionalidad española-- residían en España y contaban con miembros en países a los que se desplazaban para llevar a cabo su actuación, principalmente concentrada en el sudeste asiático.

    Las primeras indagaciones constataron que un jefe estaba al frente de la trama y controlaba al resto de los integrantes al igual que toda la actividad delictiva. Así, les indicaba la acción a desarrollar, los desplazamientos y contactos con los miembros al extranjero, la captación y el traslado de los nuevos componentes y el reparto del beneficio obtenido.

   Los miembros residentes en el extranjero recibían el material desguazado 'skimming' y a los operativos desplazados que lo recomponían, para colocarlos en los bancos previamente seleccionados. Estos desplazamientos eran preparados con anterioridad por el jefe a través de miembros de Reino Unido o Italia, asegurándose así que estuviera preparado tanto el material skimming como las numeraciones de tarjetas que habían conseguido en países Europeos como Suiza, Bélgica, Francia, Alemania, Inglaterra, y también de EE.UU.

   Después viajaban a los países donde operarían, principalmente del sudeste asiático (Corea del Sur, Malasia, Singapur, Sri Lanka, Kuala Lumpur, Taiwán, República Popular de China) así como a Emiratos Árabes Unidos y Dubai.

   Allí les esperaban otros componentes de la organización que previamente habían inspeccionado los cajeros o entidades bancarias donde se iban a colocar el material de 'skimming' y utilizar las tarjetas de crédito para realizar extracciones de dinero.

DOBLE MIGRACIÓN

   De esta manera se llevaba a cabo una doble migración: llevaban datos de tarjetas copiadas en Europa o EE.UU. que utilizaban para realizar extracciones en los cajeros del país, al tiempo que instalaban material de 'skimming' en los cajeros con los que obtenían los datos de las tarjetas y una vez copiados las traían a Europa o enviaban a EE.UU. para su uso.

   Una vez realizada la actividad ilegal de sacar dinero de los cajeros con las tarjetas que portaban y obtener los datos de tarjetas con el material de skimming retornaban a España donde procedían al reparto del beneficio obtenido bajo las instrucciones del jefe.